
Ya hay una guerra civil asimétrica en Venezuela. El régimen actúa abiertamente con todo su poder bélico. La resistencia elimina a sus enemigos silenciosamente, uno por uno por uno. El régimen trata de sembrar miedo, volando una casa con 14 personas adentro, incluso una mujer embarazada y un niño. Así se comportaba el régimen Nazi en territorio ocupado. ¿El efecto? Que todo el pueblo se activó en resistencia clandestina en contra de los alemanes. Maduro acaba de sembrar “dientes de dragón”. La furia en el país es palpable.
Ojalá la furia que llevamos dentro se manifieste en acciones contundentes contra el régimen. No basta con hablar, hay que actuar.